Los olivos son árboles longevos, que pueden producir aceitunas por siglos. La extracción de su fruto fue su principal destino desde la antigüedad. Hoy en día, debido al cambio climático, se ha redestinado fuertemente su función a un uso ornamental. Están siendo empleados en forma creciente en nuestros jardines, terrazas, plazas, centros comerciales, edificios, etc. Su origen es milenario, nos ofrece sombra, acepta cambios importantes en su forma a través de la poda, se caracterizan por un tener crecimiento relativamente rápido, es muy resistente, no pierde sus hojas en invierno, nos ofrecen entre otros beneficios, su belleza, sombra, refugio, son significado de paciencia, símbolo de la paz, amortiguadores de ruidos, combaten la contaminación. El Olivo permite ser trasplantado, lo que lo hace ser un árbol ideal para incluir en el diseño de terrazas en macetas o puestos en jardines. Es originario de climas cálidos, aunque se adapta perfectamente bien a muchas otras situaciones climatológicas, soportando heladas.